Tras dejar Kerman a nuestras espaldas, ya estamos en Yazd. Una de las ciudades mas turísticas de Irán, que forma parte del triangulo Yazd-Shiraz-Isfahan y que son las ciudades que se consideran indispensables en cualquier viaje al territorio persa.
Hemos pensado que lo mejor para la visita a la ciudad sera seguir la ruta que indica la Lonely.
Lo primeros que vemos desde la puerta del hotel es la preciosa cúpula del mausoleo de Sayyed Roknaddin y que es uno de los símbolos de la ciudad y que se puede ver desde cualquier punto elevado.
Empezamos visitando la mezquita Masjed-e Jamed. En casi todas las ciudades hay mezquita con este nombre y suele ser la principal. Se podría traducir como Mezquita del Viernes o de la celebración. Nos recibe con toda la fachada llena de andamios. La cúpula central también cubierta con andamios. Y en el interior, parte de suelo levantado donde vemos que están haciendo excavaciones. Aun así bien merece la visita. El pórtico de entrada es los mas altos de Irán aunque queda bastante deslucido por los andamios. Tiene minaretes de 48 metros de altura. Sin embargo si que se puede apreciar la grandiosidad de la bóveda de la cúpula y los maravillosos mosaicos del mirhab.
Nuestra visita sigue camino de un "ab anbar", reservorio de agua, que esta rodeado por 4 "badgirs" que son unas edificaciones muy típicas de Yazd y de las zonas desérticas. Estos badgirs son los aires acondicionados persas y aprovechan el aire y el agua de los "qanats", canales de agua, para refrigerar las casas, mezquitas, etc... El principio en el que se basan, el mismo que las torres de refrigeración y los botijos. Defecto profesional.
Luego visitamos una casa tradicional, Khan-e Lari, que, la verdad, no merece la pena. Eso debe saberlo hasta el que cobra las entradas porque aunque eramos 5, dijo que solo nos cobraba 3 entradas. Si serán honestos estos iranís. Y eso que la entrada solo eran 5.000 IRR (0,15€).
Lo siguiente en la ruta marcada eran La Tumba de los 12 Imanes, que estaba cerrada y La Prisión de Alejandro que, como se suele decir, ni era prisión ni era de Alejandro Magno. Debe estar contrastado científicamente pero siguen llamándola así.
Mientras decidíamos hacia donde ir se nos acerco una chica de la oficina de turismo que hay al lado y nos ofreció una excursión a Kharanaq, Chak Chak y Meybod por400.000 rials/persona (12€). Después de aceptar, pagar una señal y salir de la oficina de turismo, cuando todavía estábamos en la plaza sacando unas fotos la chica salio de la oficina y nos dijo que su jefe había dicho que eran 450 en vez de 400 como habíamos acordado. La excusa, que eramos extranjeros, entradas mas caras y no se que. Le dijimos que no y ella nos dijo, que como nosotros viéramos. No insistió mucho.
De allí nos fuimos a visitar un
"Hosseinieh". En la parte de atrás hay un edificio en reconstrucción en
el que se puede subir al tejado y tener maravillosas vistas de la
ciudad. En él nos encontrábamos a un señor trabajando en la
reconstrucción de los mosaicos y aunque no hablaba ni una palabra de
ingles se las arreglo para explicarnos todo lo que hacia. Una de las
grandes sorpresas de esta ciudad.
Llegado este punto, el calor
ya apretaba y nos metemos en el bazar, donde encontramos una tetería a
la derecha que un cartel llamativo con el nombre de "Premium Teahouse".
El sitio se podría considerar como cuchitril. Hay que bajar unas cuantas
escalera y se ve que no es un sitio donde estén acostumbrados a
nosotros. Se echan unas risas con nosotros. No es muy común ver mujeres
fumando shishas en Irán y allí estaban Paula, Juana y la Rubia. Después
de no ser capaces de conseguir que una de las pipas tirara, y de que
uno de los chicos que había allí lo intentara sin éxito, se dan cuenta
de que al viejete que lleva el garito se le ha olvidado agujerar el
papel aluminio. Juvenil!!! No veáis como se descojonaban todos!!! Sitio
humilde pero en sitios así es donde se realmente se aprecia como es la
vida de un pueblo. Nos despedimos de él y nos vamos a ver el Templo del Fuego zoroastriano. Cuando llegamos aun esta cerrado así que esperamos una media hora a las afueras de un kebab que hay justo enfrente. El templo nos decepciona un poco porque lo único que se ve es la "llama eterna" detrás de un cristal. Dicen que esta llama lleva encendida mas de 1500 años, en Yazd desde hace mas de 500 años. El fuego es símbolo de divinidad para los zoroastrianos.
De vuelta al centro de la ciudad, por fin consigo que un chico me active la tarjeta de teléfono móvil de IranCell que había comprado un par de días antes en Kerman. Fue todo un fallo no haber comprado la tarjeta en el IKIA. Hemos perdido bastante tiempo pero ya podemos llamar a casa por menos de 0,10 €/min.
Los taxis, con 30 min de espera para visitar las torres, nos salen por 100.000 IRR (3€) cada uno. Bueno, lo habíamos negociado por 80 pero los taxistas no son lo mas honesto de Irán.
Las torres son bastante mas grandes de lo que imaginaba. Bueno, me las imaginaba mas estrechas y mas altas. No se usan desde los años 60 pero es curioso que solo hace 50 años todavía hubiera gente que dejara que los cuerpos de sus muertos los devoraran los buitres. Para los zoroastrianos los cadáveres son elementos impuros y no entierran los cuerpos para no contaminar la tierra. Bueno, eso es lo que hacían antes.
Un hotel de los de nivel de Yazd. Tampoco tienen shishas pero ya estamos cansados de dar vueltas y nos quedamos tomando un té.
Para cenar hemos elegido el Bath Khan que es un restaurante que esta en un antiguo "hamman". En la ultima guia de la Lonely ya no esta y lo entendemos perfectamente. Es bastante desastre. Mucho peor que el Malek-o Tojar
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