Tel Aviv día 2

Día 14 del viaje. 22 de Noviembre de 2008.

Ahora si que se acabo ya esto. Es el ultimo día y para prepararme para lo que me espera en mi vuelta a Euskal Herria, parece que meteo me ha preparado un poco de lluvia.

Es sábado y se nota. Las calles practicamente vacías y los negocios cerrados.

Recordad que aquí se celebra el Sabbath y el domingo es un día de trabajo normal.

Es importante tener esto en cuenta cuando se viaja a Israel. Desde el viernes por la tarde hasta la noche del sábado, practicamente no hay transporte publico.

Me había levantado tarde y había desayunado-comido en un restaurante en la calle Dizengoff que es la principal calle comercial de Tel Aviv. Aquí hay bastantes sitios en los que puedes desayunar a la hora que quieras. Un desayuno puede consistir en café con leche, bollería, un revuelto de un par de huevos, algo de ensalada, queso, mantequilla. Te saldrá por unos 8-10 euros, pero si es un poco tarde pues te ahorras la comida.El día anterior había pensado que hoy podía darme un baño en la playa. Ya sabéis, no siempre te puedes bañar a finales de noviembre. Pero como esta lloviendo, hay que cambiar de planes.
Finalmente, me voy al Museo de Arte de Tel Aviv. Tienen una buena colección de pinturas aunque me pareció que no estaba nada bien organizado. Estaban de obras y a lo mejor es por eso. El museo tiene una parte central en la que es muy fácil, digamos, seguir el recorrido. Pero luego tiene un montón de salas que no es nada fácil encontrar y guiarse por ellos. Entre los pintores que podemos ver aquí, tenemos a Van Gogh, Picasso, Matisse, Gaugin, Miro, Monet, Renoir, Klimt, Kandinsky, y otros muchos mas . Vamos, que no es uno de los grandes museos del mundo, pero tiene una buena variedad de artistas en sus paredes. Para cuando salgo del museo ya son las 4 de la tarde.

Ya no me queda mucho tiempo antes de que se haga de noche y no hago nada mas que pasearme por la ciudad tranquilamente. La impresión que me sigue dando, es que podría ser cualquier ciudad europea con pocos turistas. Se ve a la gente tranquilamente sentada en las terrazas acristaladas, o descubiertas, leyendo el periódico o algún libro, o charlando con sus amigos.

Me voy un poco pronto a casa para poder preparar la maleta tranquilamente y charlar con Regev y Eli. Tienen visita inesperada del padre y el hermano de Regev. Son majos y pasamos un rato agradable. Después de que se hayan ido, decidimos salir a cenar a un tailandés que no esta lejos de su casa. Una vez mas, los platos son enormes. Con pedir un segundo plato es suficiente.

La comida estaba muy buena.

Ya no hay tiempo mas que para la despedida. Me da mucha pena porque son muy majos y espero verlos por aquí.

El vuelo de vuelta es a las 6 de la mañana. Aquí en Israel, recomiendan estar 3 horas antes en el aeropuerto, por el tema de que la seguridad es muy estricta. Son muy habituales los largos interrogatorios. Para estar a las 3 en el aeropuerto debes coger el tren a las 2.30, por lo que decidí que no merecía la pena acostarse.

Cogí el ultimo autobús a la estación de tren, pero me confundí y lo cogí en dirección contraria. Así que al final tuve que ir en taxi a la estación de tren. Por suerte iba con muchísimo tiempo, pero si no habría sido una odisea. Me imagino que lo habría solucionado pagando una pasta a un taxi. Pero bueno, así mejor.

En el aeropuerto no tuve ningún problema. Igual es porque llevaba 1 mes mentalizándome en lo pesados que iban a ser, que al final me pareció muy sencillo. Únicamente me hicieron tres o cuatro preguntas del tipo: conocías a alguien antes de venir, has hecho tu la maleta, te han dado algo para que metas. Si que me hicieron abrir la mochila y sacar casi todo, pero con eso ya contaba. Todo el mundo dice que tuve suerte, y que lo normal es que te metan bastante mas caña.

Y eso es todo mi viaje a Israel, Palestina y Jordania.

Para acabar, cuando llegue a Donostia, me mochila no llego en el avión. Ni la mía ni la de otras 40-50 personas. Dos días mas tarde llego a mi casa en perfecto estado.