Día 3 del viaje, 6 de septiembre de 2009
Hoy
Evelyn no tiene
ningún compromiso
así que vamos a pasar el día juntos.

Lo primero, nos vamos hacia el metro para llegar a
Schwedenplatz. Nuestro destino es la
Hundertwasser House.
Allí tenemos que coger el
tranvía nº 1 hasta la parada de
Hetzgass. Esta muy cerca de
allí andando, en
Kegelgasse.
El arquitecto es
Hundertwasser, el mismo que diseño la fabrica que visite ayer. En este caso, son casas de
protección oficial y
además no cobro por el diseño. Es muy del estilo
Gaudi o
Dali. Un autentico
fenómeno, aunque para mi desconocido hasta que llegue a
Viena.
La casa no se puede visitar porque son viviendas normales.
Evelyn me
contó que la gente esta bastante hasta las narices de tanto turista, y que la forma en que esta construida por el interior no debe facilitar mucho la
colocación de muebles.

Vamos, que no son casas de ricos como se
podía pensar. Al lado esta la
Hunterwasser-
village que no es mas que un
montón de tiendas de
souvenirs. No
están mal de precio. No muy lejos esta el museo, que esta dentro de otra casa del mismo arquitecto.
Poco a poco nos vamos de
allí caminando hacia la zona del
río. Por
Viena pasa el
Danubio. El
río pasa por diferentes partes de la ciudad, es decir, han hecho como canales y tienen, el
Danubio viejo, el
Danubio nuevo, etc.
Cuando llegamos al
río, vamos caminando en
dirección al centro otra vez hasta que encontramos un lugar de
bicis de alquiler de la ciudad. En
Viena, como en muchas ciudades, hay
bicis del
ayuntamiento, que se pueden coger en un sitio y dejar en otro.
Aquí lo curioso es que, si pasa menos de 1 hora no tienes que pagar nada. De todas formas, el proceso
pa
ra el alquiler no es muy sencillo. A
Evelyn le llevo un rato poder conseguir las
bicis.
Una vez que ya
teníamos las
bicis, nos fuimos hacia el Palacio
Schönbrunn. Por el camino fuimos viendo un
montón de cosas y haciendo
paraditas en las que
Evelyn me iba explicando lo que
veíamos. Fueron casi 10
kilómetros y al final anduvimos muy justos para devolver las
bicis y que fuera gratis. Esta fue mi primera experiencia haciendo turismo en
bici y la verdad es que muy buena.
Viena esta
preparadisima para las
bicis. Por todos lados hay carriles
bici. Y es plana como la palma de la mano.
Allí visitamos el palacio con sus jardines, sacamos la fotos de rigor y nos fuimos a comer. Os recomiendo subir hasta el arco de triunfo que hay al final de los jardines. Vistas muy bonitas del palacio y de la ciudad.

El día no daba para mas, ya que yo esa tarde me iba a
Salzburgo en tren. Como el
avión de vuelta lo tengo desde
Viena, a la vuelta aprovechare para ver algunas cosas que se me han quedado.
El billete de tren lo
había comprado por
internet con bastante tiempo de
antelación. Si lo compras con tiempo hay una oferta que tienes el tren hasta
Munich por 29 euros. El tren normal a
Salzburgo vale 47 €. O sea, que te ahorras 18 €. Lo
único que tienes que hacer es comprar el billete
asegurándote de que el tren que coges, para en
Salzburgo. No vaya a ser que vaya a
Munich haciendo otro recorrido y no pase por
Salzburgo. Es posible.
En mi caso es el tren de las 18.20 y para en
Salzburgo. Llego a las 9 de la noche y me voy a casa de
Bertram que vive a menos de 10 minutos andando.
Bertram es un
tío fenómeno de
CS que ha vivido un año en Madrid y habla castellano muy bien. Con lo cual la estancia va a ganar mucho.